No hubo ‘milagro’. El final con sorpresa que hace un año coronó a Cristina Gutiérrez en Challenger no se repitió este viernes en el Empthy Quarter y Tosha Schareina se quedó sin el ansiado Touareg. El australiano Daniel Sanders (KTM) fue el merecido campeón de una intensa 47ª edición del Dakar, después de dominar la carrera de principio a fin, manteniendo a raya a su rival valenciano.
Schareina, que persigue la estela de Marc Coma y quiere ser el siguiente español en ganar el Dakar en la categoría de motos, lo intentó ya en 2024. Ganó el prólogo, pero en la primera etapa se fue al suelo, fracturándose la muñeca. También este año ha sufrido varias caídas, una de ellas escalofriante, y llega al final tocado y dolorido, con una lesión en el hombro. Nada que le haya impedido pelear hasta el final.
El día ‘D’ para Tosha fue el jueves, en la undécima especial, en pleno Empty Quarter, uno de los desiertos más grandes e inhóspitos del planeta. El piloto de Honda tenía planeado su ataque desde la jornada anterior, cuando consiguió hacerse con una mejor posición de salida, más retrasado que Sanders. Pero no contaba con los elementos.
La espesa niebla obligó a la organización a recortar la especial prácticamente a la mitad. Y en 152 kilómetros, Schareina no tuvo margen para culminar su ofensiva. Le restó siete minutos y medio al líder, que este viernes, en una salida en línea junto al español y el resto de favoritos, arrancó con nueve minutos a su favor y no vio peligrar su objetivo.
Chucky cumple su sueño
Sanders, un piloto de la escuela australiana del off-road, tuvo un debut sensacional en el Dakar en 2022 al clasificarse 4º y alzarse con el título de mejor debutante, como ya hiciera su compatriota y mentor Toby Price en 2015 (3º). En la siguiente edición, a pesar de ganar dos especiales y del tercer puesto en la general, se fracturó el codo y la muñeca al sufrir un accidente en un tramo de enlace. Un año más tarde, logró llegar a la meta en la 7ª posición tras lidiar con una intoxicación alimentaria. Hasta hoy, parecía perseguirle la mala suerte: En vísperas de su cuarto Dakar se fracturó el fémur en un entrenamiento en su país. Pero ahora, a sus 30 años y tras integrarse en la estructura oficial de KTM , ha conseguido llevarse el Touareg en su quinta participación. ‘Chucky’ como se le conoce en el vivac en referencia al ‘muñeco diabólico’, ya dio un aviso al imponerse en el rally de Marruecos. Allí demostró que este año iba muy en serio.
Canet, brllante
Otro de los grandes protagonistas de este Dakar en las dos ruedas ha sido el joven Edgar Canet. El piloto de La Garriga , de 19 años, supo poco antes de ir al Dakar que KTM le iba a incluir en su equipo de fábrica. Hasta el momento, con 19 años, Canet solo había despuntado en carreras de una semana. Pero en el desierto saudí ha competido siempre sin complejos, asombrando desde el primer día, cuando fue tercero en el prólogo. La última etapa fue para Michael Docherty, uno de sus rivales en su categoría Rally2, en la que Edgar ha acabado como el mejor. Y además, octavo en la general absoluta. Impresionante.